Fue miembro de la sociedad pacifista fundada por el austriaco Alfred Hermann Fried, aunque combatió en la I Guerra Mundial. Tras la guerra, se erigió en paladín del pacifismo y comenzó a colaborar en diversos periódicos pacifistas. En 1922 fundó el movimiento Nie Wieder Krieg (Nunca más la guerra) y denunció el rearme secreto que se estaba realizando en Alemania en contra de lo estipulado en el Tratado de Versalles. Fue subdirector del diario Volkszeitung en Berlín, y en 1927 comenzó a dirigir el semanario izquierdista Die Weltbühne, en el que defendió el desarme y la paz internacional.